Dentro del conjunto de principios que
conforman la misión de Suramericana de Seguros en apoyo a la cultura en sus
distintas manifestaciones constituye uno de sus pilares. Durante sus 68 años de
existencia, la empresa ha mantenido un permanente apoyo a las más altas
expresiones del hacer humano.
Ya en la década de los cincuenta del pasado
siglo, la compañía promovía publicaciones relacionadas con la historia del arte
e iniciaba la adquisición de obras que poco a poco han ido configurando una de
las más importantes pinacotecas del país, en permanente contacto con el
público. En concordancia con dicho concepto, Suramericana a generado multiples
investigaciones sobre la evolución de nuestras artes y ha realizado continuas
exposiciones en Medellín, además de itinerantes en otras ciudades del país.
En un principio, la actividad cultural de
Suramericana, se realizaba de manera espontánea y un poco intuitiva, pero en
los últimos años su actuar obedece a un programa estructurado, con objetivos
previamente definidos, los cuales hacen parte fundamental de la política social
de la Empresa.
No deja de ser simbólico que a la Sede
principal de la Compañía se acceda a través de una galería de arte, en la cual
se realiza una permanente actividad cultural abierta a la comunidad. Esta Sala
de Arte de Suramericana de Seguros es
una de las más prestigiosas de Colombia, gracias a la calidad de sus
exposiciones, fruto de una rigurosa curaduría. Sin duda es un arte que se
entrega con orgullo a la sociedad.
Símbolo Suramericana de bronce |
Superficies al carbón, exposición de la obra
de Oscar Muñoz en Agosto de 1990.
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Sede
de la carrera suramericana en la carrera Carabobo entre Boyacá y Colombia,
hacia 1963. |
De Urbe Obra de Pablo Gómez, 2011
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Los Edificios de
Suramericana
Desde sus mismos comienzos, la compañía
Suramericana de Seguros tuvo claro que la construcción de sus sedes era un
asunto que superaba la simple solución de los problemas de disponibilidad
espacial para sus actividades y que en ellos también se jugaba una parte
importante de la consideración social de la empresa.
Edificio de la
carrera Carabobo
La construcción del edificio de la Compañía
Suramericana de Seguros en la carrera Carabobo de Medellín, en 1945 es uno de
los momentos culminantes dentro de una idea de modernización arquitectónica que
se puede rastrear en la ciudad desde comienzos de los años treinta.
Edificio de
Otrabanda
A mediados de los años sesenta en un momento
en el cual la mayoría de las empresas del país cayeron en la tentación de
construir elevados rascacielos para sus nuevas sedes institucionales.
Suramericana optó por un proyecto de baja altura. Los rascacielos ofrecían, por
supuesto, una magnifica imagen del poder de sus propietarios, de manera
prácticamente general contribuyeron a un notable deterioro de las condiciones
de los centros urbanos, al producir una gran acumulación de tráfico automotor y
humano en sectores que no estaban diseñados para ello. Tras la venta del
edificio de la Carrera Carabobo, Suramericana adquirió en 1964 un gran lote de
terreno hacia el occidente de la ciudad, al otro lado del río un sector que
desde la época colonial se conocía como Otrabanda.
La sede central diseñada por Augusto González
y Raúl fajardo en 1970 e inaugurada en 1974, revela los intereses racionalistas de su trabajo sin
concesiones decorativas de ninguna clase, pero al mismo tiempo y sin
desvirtuarla, cargada con la fuerza del impacto de la arquitectura brasileña.
Suramericana no pensó pues en imponer un símbolo hegemónico sobre la ciudad
sino lograr el progreso de un nuevo sector a través del conjunto quizá más
ambicioso de su tiempo en el país.
Sede de Suramericana en Otrabanda.
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Interior Sede Otrabanda.
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SI FRENTE AL MAGNÍFICO EDIFICIO DE LA CARRERA
CARABOBO SE PUEDE SOSTENER QUE RESPRESENTABA, ANTE TODO, LA NECESIDAD DE
POSISCIONAR SOCIALMENTE A LA JOVEN EMPRESA, EN LA NUEVA SEDE DE OTRABANDA
PREDOMINA, SOBRE TODO, LA IDEA DE LA EMPRESA COMO MOTOR DE DESARROLLO DE LA
CIUDAD.
El monumento a la vida, de Rodrigo Arenas Betancourt
El once de julio de 1974 fue inaugurada La vida, la gigantesca obra de Rodrigo Arenas Betancourt en el centro de Suramericana de Otrabanda, al occidente del río Medellín. Se trata por supuesto de un trabajo monumental, de aquéllos que por entonces parecían un monopolio casi exclusivo de Arenas Betancourt en el arte Colombiano.
El once de julio de 1974 fue inaugurada La vida, la gigantesca obra de Rodrigo Arenas Betancourt en el centro de Suramericana de Otrabanda, al occidente del río Medellín. Se trata por supuesto de un trabajo monumental, de aquéllos que por entonces parecían un monopolio casi exclusivo de Arenas Betancourt en el arte Colombiano.
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