EL TIGRE PROTECTOR

Como apoyo a las ventas se diseñaron en 1972 mensajes publicitarios un tanto dramáticos que buscaban el efecto de convencer sobre la necesidad de seguros de vida, con argumentos tomados de la vida cotidiana. Como la reacción fue impactante, en el Departamento de Relaciones Públicas y Publicidad se gestó una campaña con motivos y mensajes jocosos, cuyo protagonismo era un tigre. En forma de dibujo animado se proyectaba dentro del Noticiero Suramericana, que se emitía por televisión.

Con el tiempo la figura del animal fue objeto de retoques: unas veces aparecía flaco, otras gordo; esto motivo una divertida controversia entre agentes, clientes y público de todas clases. La Suramericana llegó a utilizar un tigre vivo, que asustaba a los niños, por lo que con el tiempo desapareció.

Fue tan bien recibido el tigre, hoy famoso, que se convirtió en el símbolo predilecto de la empresa. A los vendedores se les asimila como “los tigres en protección”, y de los mejores agentes e intermediarios se dice que tienen “garras de campeones”.

En sus tres decenios, en 1974 recibió del gobernador departamental, y por mano del gobernador Ignacio Betancur Campuzano, la “Estrella de Antioquia” en la categoría de oro; para la compañía era no sólo una muestra de su prestigio y aceptación sino   una ocasión para reafirmar su compromiso con la comunidad y la lealtad a los principios rectores de su actividad empresarial: honestidad, cautela, deseo de servicio, respeto a las leyes. Como contribución a la calidad de vida del espacio urbano entrego la escultura “La vida”, del artista antioqueño Rodrigo Arenas Betancur, que se luce en uno de los jardines del Centro de Suramericana.

Evolución histórica del tigre